miércoles, 30 de marzo de 2011

Futuro título [Introducción]

>>Perdida en la oscuridad, camina buscando una señal, ¿pueden oír sus gritos? Hay algo seguro, siempre estará atrapada... Aún así, intenta encontrar una salida. Nunca te dejará salir, pequeña soñadora.<<


Sonó el timbré dos veces seguidas, como de costumbre, Lucy abrió los ojos como si de la peor de sus pesadillas se tratase. Miró el despertador que había apagado cuarenta minutos atrás pensando que el sonido de algún objeto alejado de la realidad. Las siete y cuarto.
- ¡Maldita sea! - era de esperar que diría algo así, lo hacía todos los lunes, martes, miércoles y jueves. Los viernes se dejaba llevar por el calor corporal que las sábanas habían guardado toda la noche y se quedaba una hora más en la cama, total, el profesor ni la miraría.
Alice volvió a llamar dos minutos más tarde, pero debió de dar por supuesto lo que estaba pasando detrás de la puerta, porque no insistió más. 
Lucy abrió el armario y cogió la sudadera amarilla y los pantalones negros de chándal del instituto, en ambos ponía bien grande con letras horrorosas AL. SURESTE, alumno del Sureste, una abreviatura que, si llevabas en ese pueblo, te podían tirar piedras por la calle si lo creían conveniente. Tiro el uniforme al baño y se fue quitando el pijama por el camino, mientras maldecía a J.J. Nuck, el escritor que llevaba ayudando al fomentar el desarrollo de sus ojeras durante años. Se miró al espejo, algo de lo que se arrepintió a los cinco segundos de haberlo hecho. Era lo más cercano a un zombie que los alumnos del sureste podrían ver. Se recogió el pelo en un moño hecho a toda prisa con algún que otro pelo suelto, que le hacía ser única... por pura casualidad. Qué más le hubiera gustado a ella ser una persona responsable con todas las letras... Pero ella era Lucía la que años atrás había dejado de lucir. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

Devuelve la piruleta

¿Por qué te alejaste? ¿Era necesaria tanta mentira? ¿Era necesario ocultar lo que realmente querías? ¿Tanto daño te hice? ¿Tan malos ratos pasamos? ¿No recuerdas aquel último abril...? ¿Qué hay de todas las llamadas? ¿Dónde quedaron los viernes? ¿y los sábados? ¿Dónde quedó aquel Halloween...? ¿Y diciembre? 
Responde a todas esas preguntas y te darás cuenta de lo que realmente está pasando.

martes, 22 de marzo de 2011

Mes y medio de otoño, un primaveral invierno, comienzos de primavera y un largo verano por delante

...podría escribir algo cercano a lo más bonito del mundo.

Cosas que hacer antes de morir


    • 1. acabar la eso
    • 2. acabar bachillerato
    • 3. sacar buena nota en selectividad
    • 4. hacer una carrera que me guste
    • 5. conseguir un buen trabajo
    • 6. sacarme el carnet de conducir
    • 7. comprarme una casa con mi dinero
    • 8. comprarme un coche con mi dinero
    • 9. viajar a japon
    • 10. teñirme el pelo de rojo
    • 11. rubio
    • 12. morado
    • 13. rosa
    • 14. naranja
    • 15. dejarme el pelo largo
    • 16. cortarme el pelo con flequillo de lado y corto
    • 17. irme de vacaciones con alicia, rubén, sara, silvia, cris, alba, laura
    • 18. gritar en un lugar público "YO NO LA MATE!"
    • 19. subir un 3.000
    • 20. hacer esquí acuático
    • 21. tocar en un grupo garaje
    • 22. bailar en la barra de un bar con alicia
    • 23. dar la fiesta del siglo
    • 24. brillar más que nadie en una fiesta
    25. ser envidiada por los que son envidiados
  • 26. escribir un libro
  • 27. colaborar con alguna ONG
  • 28. comer en un restaurante caro
  • 30. hacer un simpa
  • 31. dormir en un hotel de 5 estrellas
  • 32. perderme en un bosque
  • 33. ir con marcos a londres dentro de 3 años
  • 34. casarme con marcos
  • 35. casarme en las vegas
  • 36. ir con cris a hollywood
  • 37. ir con cris a NY
  • 38. arruinar un bufé libre
  • 39. participar en un sketch
  • 40. escribir en un periódico
  • 41. poder decir "gracias a mis lectores"
  • 42. firmar un libro a algún desconocido
  • 43. ir a un campamento en londres
  • 44. vivir una temporada en londres
  • 45. tener un hijo que se llame gabriel de cayetano
  • 46. ir a un partido del atleti-madrid con marcos
  • 47. hacerme una foto con hayley williams
  • 48. ir a un concierto de paramore
  • 49. green day
  • 50. three days grace
  • 51. alesana
  • 52. casarme con converse blancas
  • 53. alegrarme de cumplir 39 años
  • 54. pasarme toda una semana de fiesta porque se terminen los exámenes
  • 55. bailar hasta que mis piernas sean gelatina
  • 56. ponerme unos tacones de 12 cm
  • 57. doblar un personaje de alguna serie
  • 58. ver la lluvia de estrellas de agosto con marcos
  • 59. aprobar mates en junio
  • 60. aprobar física en junio
  • 61. decir "te lo dije" cuando se lo dije hace lo suyo de tiempo
  • 62. ir a la sierra en verano
  • 63. escalar

domingo, 20 de marzo de 2011

Posibilidad

Gracias, por confiar en lo pasado a pesar de haber fallado una vez más.

Breve reflexión sobre la falsa felicidad

No entiendo por qué cuando alguien tiene problemas y se siente vacío por dentro le dicen que sonría. Todos ellos se equivocan, al igual que quien dice que dos más dos no es uno. En mi poca experiencia puedo deciros que me han dicho eso unas ciento sesenta y tres veces. Y eso no es cierto. Si alguien tiene problemas, la sonrisa no será una sonrisa, simplemente estará enseñando los dientes. Una sonrisa no es eso, es... una de las cosas más bellas del mundo. Si alguien sonríe con motivos, esa persona es feliz, me dirás que no... Piensa cuando estás con un amigo que está sentado al borde del precipicio de la tristeza y consigues sacarle una sonrisa de las que no son fingidas, aunque sea unos segundos, tu ves que es feliz por un instante, porque sabe que estás a su lado. No obligues a alguien a sonreír, consigue que sonría. 
No le digas a alguien que no llore si lo que más necesita es llorar, transforma esas lagrimas de impotencia, odio o tristeza en lagrimas de esas que reflejan la mayor de las sonrisas del mundo.


Nunca olvides todo esto: todo sentimiento tiene su reverso.
Sentirse desgraciado es prueba de que se puede estar contento.
Es una buena noticia.
Cuando te encuentras solo te das cuenta de lo bien que estarías acompañado.
Es una buena noticia.
Tiene que dolerte algo para que valores la felicidad de que no te duela nada.
Es una buena noticia.
Por eso nunca hay que temer a la tristeza, ni a la soledad, ni al dolor.
Pues son la prueba de que existe la alegría, el amor y la calma.
Son buenas noticias. 
Francese Miralles 

sábado, 19 de marzo de 2011

Just tonight

...no consigo cerrar los ojos pensando en aquel suicidio lleno de sensaciones sin fin.


Todo lo que necesito es un salvador, porque estoy cayendo muy bajo. Más bajo de lo que pensé que se podía caer... Solo por esta noche dejaré esto pasar.

miércoles, 16 de marzo de 2011

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Quiero ser

6/11/10
Cierro la puerta con un portazo, nadie responde a mí saludo que de alguna forma es un saludo para nosotros. Otro día sin nadie, perfecto, me encanta la soledad. Dejo las llaves, me quito los zapatos como puedo, tiro el abrigo al suelo tratando de dejarlo en el perchero, subo las escaleras sin encender ninguna luz. La sombra del gato estaba allí, como de costumbre. No había ningún gato dueño de esa silueta, simplemente, ella se había adueñado de esa pared y era costumbre encontrarla allí. Subo el penúltimo escalón, una ola de inseguridad me absorve. Mi habitación está cerca... y abro la puerta.
Aquí estoy, otra noche más. En el lugar dónde he crecido, he conocido y temido al miedo y en el mismo sitio donde he aprendido a no temerle, en el sitio dónde descubrí que se podía sonreir aún sintiéndome la persona más desdichada del mundo, en el lugar dónde los recuerdos están plasmados en miles de fotografías y objetos repartidos por MIS metros cuadrados. Otra noche de las muchas destinadas a quedar sumidas en el olvido...
Un mínimo pensamiento podría cambiar esta noche. Pero he aprendido demasiado de la vida y sé que no cambiará. Pondré la música, abriré la ventana y no me sentiré humana hasta que me despierten de MI sumisa realidad con un grito que yo escucharé como un susurro lejano diciéndome que la cena está lista.
Estoy sola con mi soledad. No puedo creerlo.

Cada segundo que pase allí dentro será un segundo destinado a ser olvidado, ¿no es triste malgastar tanto tiempo? Yo creo que no. Hay veces que necesitamos perder el tiempo.
Foto subida a las 12:47

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Breve reflexión sobre la perfección

20/02/11
Perfección. La Real Academia de la lengua Española la define de la siguiente forma:
(Del lat. perfectĭo, -ōnis).
1. f. Acción de perfeccionar.
2. f. Cualidad de perfecto.
3. f. Cosa perfecta.
4. f. Der. En los actos jurídicos, fase y momento en que, al concurrir todos los requisitos, nacen los derechos y obligaciones.
Una definición a la que yo no le doy importancia. ¿Qué es perfecto para ti? Para mí, yo soy perfecta, con todas esas imperfecciones perfectas, y, tengo una vida perfecta, repleta de problemas sin salida.
Las nubes grises se han asentado encima de mi espacio vital, de mi burbuja de azúcar particular. Y no se van a mover... es más, nada ni nadie, las moverá. Pero... son problemas perfectos, que ayudan a que toda la perfección que me rodea esté en equilibrio. Lo malo que me sucede es perfecto para mí, por lo que la perfección sigue rodeándome. Lo bueno que me sucede es el doble de perfecto que lo malo. Por lo que es perfecto también.
El mayor de mis problemas es no poder transmitir toda esta perfección a la gente que me rodea. Solo pueden admirarla y/o envidiarla...
NADIE ES PERFECTO,
Se despide con un perfecto adiós,
Nadie (14 años y 360 días)
Foto subida a las 5:44

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Sin sentido

13/02/11
Contaba los pasos en mi mente, como si fuesen el pulso de una canción, una canción de las que a mí me gustaba escuchar en el autobús que me llevaba todos los viernes a esa calle tan... de cuento. Había miles de historias sobre esa calle, concrétamente historias sobre el número 43. Suiza, número 43. Leyendas urbanas hablaban sobre supuestos inquilinos que se les había tragado la casa, sobre la sombra de una joven, de pelo largo y ojos deslumbrantes que cegaban, a altas horas de la madrugada... A mí no me importaba pasar por aquella casa. Todos los viernes a las 22:05 lo hacía. La casa, a decir verdad, tenía un aspecto un tanto espeluznante. No se veía el jardín, un muro de mármol gris lo impedía, las ventanas tenían rejas negras, la puerta tenía un acabado precioso, pero escalofriante. A simple vista parecía un acabado liso, pero si te fijabas bien podías comprobar que no era así, tenía pequeños alfileres negros. Nunca se había visto salir a nadie de aquel lúgubre lugar. Ni la policía se atrevía a entrar.

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3:02 AM

7/02/11
7 de febrero del 2011 (3:02 AM)
Y mientras yo les contaba el mayor de mis problemas, sonrisas infantiles y esas risas que más repudio inundaban el ambiente que me rodeaba. ¿Dónde estaba la madurez que debían tener y creían mostrar al mundo con sus vestimentas? Tenían la misma edad que yo, no entendía qué maldita diferencia había. Quizá era porque ellos nunca habían sufrido por amor, porque no eran tan siquiera merecedores de tal desdicha. Y si no eran merecedores de aquello… Dudo mucho que lo fuesen de tenerme a mí entre ellos. ¿No estaría elevando mi amor propio al séptimo cielo? Soy capaz de decir que no era ni sería así. Ellos no eran y, tal vez, ni serían, más que unos simples críos de tercero de secundaria. Pero… ¿era yo lo mismo? Otra vez al principio. Es como dar vueltas en círculo. Entre todo el laberinto de pretéritos y presentes, una de cada cien veces conseguía encontrarme un significado en ese lugar, que desde luego, no era el que debía ocupar.
Como solía decirme todo aquel que fuese merecedor de aquel apodo de carácter burlesco pero no por ello menos respetable, La Voz de la Experiencia diría en tal caso, la frase que me hizo pensar que estaba demasiado alejada de este mundo en el que me había tocado vivir: “Preocupaciones de una adolescente”. 


2.0

7 de febrero del 2011 (3:02 AM)
Y mientras yo les contaba el mayor de mis problemas, sonrisas infantiles y esas risas que más repudio inundaban el ambiente que me rodeaba. ¿Dónde estaba la madurez que debían tener y creían mostrar al mundo con sus vestimentas? Tenían la misma edad que yo, no entendía qué maldita diferencia había. Quizá era porque ellos nunca habían sufrido, lo que a mí me había llevado a pensar como estoy pensando en difíciles momentos para la evolución de las mentes que me rodeaban, porque no eran tan siquiera merecedores de tal desdicha. Y si no eran merecedores de aquello… Dudo mucho que lo fuesen de tenerme a mí entre ellos. ¿No estaría elevando mi amor propio al séptimo cielo? Soy capaz de decir que no era ni sería así. Ellos no eran y, tal vez, ni serían, más que unos simples críos de tercero de secundaria. Pero… ¿era yo lo mismo? Otra vez al principio. Es como dar vueltas en círculo. Entre todo el laberinto de pretéritos y presentes, una de cada cien veces conseguía encontrarme un significado en ese lugar, que desde luego, no era el que debía ocupar.
Como solía decirme todo aquel que fuese merecedor de aquel apodo de carácter burlesco pero no por ello menos respetable, La Voz de la Experiencia diría en tal caso, la frase que me hizo pensar que estaba demasiado alejada de este mundo en el que me había tocado vivir: “Preocupaciones de una adolescente”.

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Que así sea para siempre

26/01/11
# Estrellas representan lamentos, cientos, rosas de los vientos, princesa, estás atrapada en tu propio tiempo, pequeña solitaria, ¿temes dejar de ser rosa para ser dalia?

¿Darías doscientas libras por un puñado de mala vida? no puedes matar el tiempo con tan pocos argumentos, deseas un caballero, lo siento, perdiste, era el único bueno, las heridas seguirán vivas, perdiste lo que tu más querías...

Recuerda tus palabras, esas que causaron lagrimas, pequeña rosa, ¿por qué alejaste de ti a la bella mariposa? Reflejas sonrisas que te dañan a ti misma, lamentos lejanos, ¿todos tus esfuerzos fueron maltratados?

Algún día te harás esa misma pregunta, ¿es el espejo culpable de mis maltrechos pensamientos? Pequeña rosa, ¿sabes que eres una de las más peligrosas? Espinas rodean tu delicado cuerpo, ¿temes seguir al suelo encadenada? Alejaste de ti a la dolorosa verdad en prosa...

Debes saber que esto no terminará con estas lineas, vivirás tu bella eternidad, ¿sin él cerca la soportarás?

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Drown hateS the world.

22/01/11
Yo también podría hacer eso, lo que tu haces, venga, hagámoslo todos. Matémonos y sonriámos mientras vemos como todo lo que construimos es destruido por nuestras propias manos. Será divertido, venga, hazlo, ¡tienes el honor de ser el primero! De los últimos. Llegas tarde, casi hemos terminado. Ahora, démonos la vuelta y hagamos como si no hubiese pasado nada. Hi-pó-cri-ta. Haz lo que creas necesario, que quieres ser uno de ellos, ¡adelante! Roba lo que no es tuyo, rompe cristales sin sentido alguno, drógate si lo crees necesario... Pero no olvides que a mí, en especial,me molestas.

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Quiero ser

6/11/10
Cierro la puerta con un portazo, nadie responde a mí saludo que de alguna forma es un saludo para nosotros. Otro día sin nadie, perfecto, me encanta la soledad. Dejo las llaves, me quito los zapatos como puedo, tiro el abrigo al suelo tratando de dejarlo en el perchero, subo las escaleras sin encender ninguna luz. La sombra del gato estaba allí, como de costumbre. No había ningún gato dueño de esa silueta, simplemente, ella se había adueñado de esa pared y era costumbre encontrarla allí. Subo el penúltimo escalón, una ola de inseguridad me absorve. Mi habitación está cerca... y abro la puerta.
Aquí estoy, otra noche más. En el lugar dónde he crecido, he conocido y temido al miedo y en el mismo sitio donde he aprendido a no temerle, en el sitio dónde descubrí que se podía sonreir aún sintiéndome la persona más desdichada del mundo, en el lugar dónde los recuerdos están plasmados en miles de fotografías y objetos repartidos por MIS metros cuadrados. Otra noche de las muchas destinadas a quedar sumidas en el olvido...
Un mínimo pensamiento podría cambiar esta noche. Pero he aprendido demasiado de la vida y sé que no cambiará. Pondré la música, abriré la ventana y no me sentiré humana hasta que me despierten de MI sumisa realidad con un grito que yo escucharé como un susurro lejano diciéndome que la cena está lista.
Estoy sola con mi soledad. No puedo creerlo.

Cada segundo que pase allí dentro será un segundo destinado a ser olvidado, ¿no es triste malgastar tanto tiempo? Yo creo que no. Hay veces que necesitamos perder el tiempo.
Foto subida a las 12:47

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Una araña en mi teclado

27/06/10
La historia de un primer beso. Escrito por: alguien que no tiene experiencia en besos.
Llevo soñando con mi primer beso desde que tenía (un principio muy común) ocho o nueve años, cuando empezaba a tener conciencia de lo que veía. La culpa es de mis educadores y de las demás niñas del orfanato. Su gran obsesión por las princesas Disney se había convertido en mi único entretenimiento a la hora de irse a dormir. ¿Cómo querían que durmiese un vampiro? Aunque no les culpo por lo de obligarme a permanecer noches y noches con los ojos cerrados durante doce, sí, doce largas e interminables horas. Encima por la noche... ¡La mejor etapa del día! Antes de irse a dormir ponían una cursilada de esas en las que el final siempre es feliz y se besan bajo la luz de la Luna y las brillantes estrellas al lado de un lago... Las niñas cada vez que veían esa parte daban grititos tontos y decían que ellas serían princesas a las que besaría un príncipe de mayor. Siempre que las veía las envidiaba. Yo también quería besar a alguien, pero nadie querría besarme a mí. Al menos del modo que yo quería ¿besar?
Recuerdo cuando empecé realmente a querer un beso; una de las muchas noches que me levanté a buscar a mis educadores. Nuestra habitación estaba al final del pasillo. A nuestra derecha quedaba un saloncito con una mesa y un sofá. Enfrente del saloncito una habitación oscura a la que nadie, excepto dos jóvenes de último año, se atrevía a entrar.
Abrí la puerta procurando que ninguna de las chicas se diese cuenta de que salía por octava vez ese año. Estabamos a mediados de septiembre y, aunque ninguna había salido del orfanato en verano, acababa de empezar el curso escolar. Miré al frente y vi que no había nadie. Pista libre. El cuarto oscuro estaba vacío. El saloncito... Salía una luz. Abrí la puerta y ví a cuatro de los de último año dormidos en los sofás. Uno tenía una mini televisión. Esa era la luz que salía del saloncito. Me acerqué a ver qué estaban viendo antes de que pasase el huracán que les llevó al sueño. Era uno de los míos. ¡Era un vampiro! De los de verdad... Tenía a una mujer en sus manos y estaba besándola. ¿Otra película cursi? No, no era Crepúsculo. El vampiro besó a la mujer y esta le arrancó la camiseta. Estaba cayendo en la trampa... La besó y al separar los labios una gota de sangre cayó al suelo. Se escuchó un grito de la mujer y el chico de la televisión se levantó de golpe.
Lo que pasó después no tiene mucha importancia. El chico me devolvió a mi habitación y otras seis horas de sueño finjido.
No puedo quitarme esa imagen de la cabeza. Nunca he probado la sangre. No creas eso que dicen que los vampiros no podemos vivir sin sangre y blah, blah, blah. Eso es mentira. Estamos muertos. Somos inmortales. ¿Cómo vamos a morir siendo inmortales...? Mi querido amigo Drácula ha sufrido muchas humillaciones. A lo que iba. Mis educadores y mis compañeras de habitación me estaban creando un trastorno bipolar. Los educadores intentaban que fuese menos niña y las niñas intentaban que fuese más niña. Me pintaban con pintalabios que a saber de dónde los habían sacado... Me ponían vestidos cursis y me llamaban Blancanieves por tener la piel blanca. Los educadores me quitaban eso y me ponían los sosos vaqueros negros que se podía permitir el orfanato. Me estaban volviendo loca. Me deprimía y me reía al mismo tiempo. Las princesas son algo a lo que tengo pudor desde el primer vestido rosita. Pensé en morder a alguna niña, pero me llamarían rara por besar a una chica. No había niños en el orfanato, pues los niños sirven para la guerra y no los abandonan.
La primera vez que vi a un niño de mi edad fue cuando ya no podía considerársele niño. Tenía catorce años. Era la noche de San Juan, mi primera vez, de la única noche que nos dejaban estar fuera del edificio. Fue en la primera hoguera. Las ocho chicas con las que había compartido el cuarto y mi vida estaban rodeando la hoguera. Una de ellas me tenía cogida de la mano, por miedo al fuego supongo. Los mayores pasaban un poco del tema. Miré al edificio iluminado por la hoguera y lleno de sombras. Una, dos, tres, ocho, doce, catorce, veinte, treinta y uno, trescientos ¿cuatro? Fuera del orfanato eramos trescientos tres muertos de hambre. ¿Ese cuatro...? ¿Quién era el cuatro del trescientos? Habré contado mal, pensé. Eran sombras, era difícil de contar trescientas y pico sombras. Estaban demasiado juntas. Volveremos a contar, no tenía nada mejor que hacer.
Nada mejor que hacer hasta que mi compañera me soltó la mano y salió corriendo al fuego. Nada mejor que hacer hasta que todos desaparecieron en la hoguera. Todos menos el cuatro del trescientos... Todos menos el cuatro y el tres, que era yo. Era mi oportunidad de probar la sangre... Quizá, era la última oportunidad que tendría. Soy inmortal, ¿cómo iba a matarme?

Nueva perspectiva; Zelda

...la felicidad se refleja en lagrimas. 

Pequeñas criaturas vestidas de verde con un gorrito rojo que vivían en las profundidades de los bosques, bajo el espesor de la hierba verde que todas las mañanas tenía gotitas de rocío que utilizaban para lavarse o beber. Los únicos seres capaces de percibir el saber que tiene el agua o imaginar qué habrá más allá del universo, los minish, existían y no le daban importancia a ello. Sabían trabajar mientras se divertían y cualquier alma impura que supiese de su existencia les habría envidiado hasta el punto de desear destruir su felicidad por no poder conseguirla. Ellos vivían felices en las profundidades del Koriri Forest, al sur de Hyrule. Los Koriri que poseían almas puras eran los únicos capaces de percibir su presencia espectral... 



miércoles, 9 de marzo de 2011

At the moment or Now

...me di cuenta de que te había estado amando desde el primer momento en que se cruzaron nuestras miradas.


No sé cómo nombrar lo que es. Es... lo más desagradable que uno se pueda imaginar... Peor que el calentamiento global. Y "eso" me ha superado. Ha conseguido adelantarme en una carrera en la que "eso" no podía participar...


...dime por qué  me duele tu adiós, dime por qué el tiempo no se detuvo...

Uno de noviembre del dos mil diez

...erase una vez... un beso.







                                                      - y así termina, todo el amor que en ella había fue borrado. 

martes, 8 de marzo de 2011

Las matemáticas no son lo mío

...se mira en el espejo y no reconoce la soledad, que reflejada a su lado está.




Habrían pasado los años y yo no me hubiere dado cuenta de no ser por aquel espejo que mi madre habría colgado enfrente de mi cama, para nada acorde con el feng sui y todos esos estúpidos rituales que nos hacía seguir día sí y noche también. Sino fuese por ello, podría seguir pensando que la edad no me afectase. No tendría consciencia de lo que en ese nuevo... horrible y apestoso lugar pasara.
Cogí el móvil y llamé al único número que en mi agenda grabado estaba, él, la única razón por la que me agarraría a la primera rama que en ese precipicio de sentimientos estrellados sobresaliera, por mínima que fuese la posibilidad de que todo volviese a ser como hacía unas trece semanas. Ojalá nadie hubiese creado todas esas infidelidades que en frascos de sufrimiento a lo largo del tiempo permanecían guardadas, sin posibilidad de que fuesen de todas las miles de mentes borradas. ¿Acaso era yo culpable de que un asesino matara? No. Pues lo mismo con esto. Tenía que tragarme yo todo el humo que el coche había dejado tras su marcha.
No me parecía nada justo.
Comunicaba. Volví a marcar, así tres veces. Mientras en la esquina de la calle principal parada esperaba, dios sabrá a qué, pero esperaba. 
Y, por fin, contestó:
- ¿Hola? - la duda su voz guardaba. 
- Tengo que contarte algo, - sabía que pensando algo horrible él estaba - no es lo que te piensas. 
Y tras contarle todo lo que a mí el sueño por las noches me quitaba, comprendió.


No quería creer, ni él y mucho menos yo, que esa pudiese ser una de las últimas veces que por la calle principal andando estuviera Mi, la persona que con las imperfecciones de esa calle encajaba. Como dos piezas de un rompecabezas. Las farolas apenas alumbraban y encendidas de día y de noche apagadas estaban. No podía creer que mi llave no volviese a abrir, la que había sido durante trece largos años mi casa.

Elisabeth

no entiende ni lo que está pensando en ese preciso instante. 


- Serás imbécil, ¡si ya lo tenías todo claro!
- Es ella, que hace que mis ideas cambien y den un giro de trescientos sesenta y un grados. 
- ¿Cómo puede hacer eso una maldita persona de metro cincuenta? 
- A mí no me preguntes, es mirar lo que ella hace y mis ideas cambian y pasan a darle la razón.

Verde, también.

- No me dejes dormir sola, me da miedo despertar y darme cuenta de que nunca estuviste a mi lado...


Un, dos, tres, cuatro, giro, un, dos, tres, cuatro, cambio. Bianca bailaba y se confundía entre el gentío de sonrisas que hacían de aquel un ambiente agradable no, lo más próximo a lo siguiente. El color rojo predominaba en las telas de seda que ellas llevaban meses esperando ponerse para parecer y solo parecer que brillaban con luz propia. El cabello dorado de Ariadne, que siempre andaba suelto, había tomado forma de moño ochentero. Los trajes blancos cubrían a los caballeros de la derecha, estaba a punto de comenzar el décimo vals de la noche. Bianca seguía sonriendo mientras bailaba con el chico nuevo de intercambio, francés, saltándose los tiempos que marcaba la música muerta que tocaba la orquesta en medio del salón. Se respiraba felicidad.
Mentiras y traiciones. 
A nadie se le habría ocurrido mirar hacía arriba. El techo, pintado siglos atrás sujetaba una lámpara de velas a punto de fundirse. Estaba a más de diez metros del suelo, era imposible encender las velas de la preciosa lámpara que nunca lucía. Pero esa noche, alguien se había tomado demasiadas molestias. 
Bianca fue la única que percibió su presencia. Alguien se había colado en el salón sin permiso. 
Y ese alguien era yo. No lo había hecho conscientemente, pero me habían conducido allí y ahí estaba, con mi vestido verde, a juego de las almas puras que bailaban despreocupadas. Un telón cayó sobre mis ojos, y todo pasó a ser del color de mi vestido, verde, también.