sábado, 6 de agosto de 2011

She could

Se cierra el telón, se encienden las luces, los cuerpos hipnotizados buscan el camino de salida como buscaron los números que les correspondían hacía pocas horas atrás. Dan una vuelta, agarran a sus hijos, maridos, amigos... Y se dirigen a cualquier lugar. Los actores siguen detrás, sonríen, lloran, comentan qué tal. El estreno ha sido un éxito, imaginan hasta dónde llegarán. Los suplentes lucen la ropa de los papeles que habrían tenido que representar, sin duda mejor que los que acaban de actuar. Entre ellos hay una pequeña principiante, la chica de los ojos negros que se mantuvo detrás de las cortinas mientras veía su sueño pasar sin ningún movimiento para no dejarlo escapar. Se mantenía firme, sabía que esta no sería su última oportunidad, nadie confió en ella, ahora sus palabras se tragarán. Luchó por lo que parecía imposible, consiguió pasar, consiguió domar el teatro y por sus sueños matar.
Piensa en todos los momentos duros a los que se tuvo que enfrentar, cuanto más grande eran los obstáculos, su sonrisa crecía más.
Luchó por lo que quería, no se dejó influenciar, fue fuerte, pudo con todo, no se rindió, jamás pensó en abandonar.

jueves, 4 de agosto de 2011

Nunca se olvida, se aprende a vivir sin ello

Una mirada vale más que mil palabras.
Te necesito, ¿cuántas veces ha sido dicho?
Puedes olvidar los momentos,
el tiempo borrará los recuerdos.
Cuando las lágrimas dan paso al dolor del alma,
cuando te piden una sonrisa y no eres capaz de mantener la calma,
no tienes por qué creerme.
Ve con la tragedia,
debes saber que yo siempre estaré cuando vuelvas,
olvídate de ella.
Por muy loca que llegue a estar
siempre tendré un poco de cordura para evitar tu malestar
Nada podrá conmigo, mi cuerpo yace casi muerto
la amargura del alma apagada pide a gritos tu aliento
Por muchos kilómetros que nos separen, jamás podrás alejar de mí esa pesadilla que me dejaste al llevarte mi vida.