domingo, 3 de julio de 2011

Lo mejor que te quedará serán esos recuerdos y aquellos sueños

Solía pensar que el Sol no era una estrella, que la ropa de noche no se podía usar para salir a la calle, que las muñecas se peinaban y despeinaban para no ser descubiertas, que el cielo existía de verdad, que las nubes eran dulces, que los sueños se hacían realidad, que algún día vendría Peter Pan a llevarle a Nunca Jamás, que el amor era bonito, que los besos siempre eran bien recibidos, que el chico de los millones sería bien querido, que la pasión solo era el color rojo y una ilusión, que las flores crecerían si las quería, que todos algún día la desearían...
Suele pensar que el Sol está demasiado lejos como para tener que preocuparse por si es estrella o fuego, que por la noche no se necesita ropa y para salir a la calle necesitas poca, que las muñecas no son lo que ella creía que eran y siguen con el miedo a ser descubiertas, que el cielo es cielo porque le tocó serlo, que las nubes están ahí para oscurecer los días en los que tomas helado estando a diez grados, que los sueños no se llaman sueños sino deseos inalcanzables, que la esperanza es lo último que se pierde cuando llevas quince años esperando, que el amor no es más que amar el dolor que el mismo produce, que hay besos que jamás serán aceptados, que el de los millones no es más que otro peón en el juego de ser más que aquel al que suelen llamar amigo, que la pasión va atada al miedo, que las flores son más fuertes que un roble, que nunca desearían tener lo que ella ofrecía...

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